Son capaces y lo demuestran
ASDBU
Diario de Burgos

El nombramiento de Ángela Bachiller como concejala del Ayuntamiento de Valladolid volvió a demostrar las capacidades laborales de las personas con Síndrome de Down. Este hecho podrá servir en un futuro para «dotar de ánimos a las familias y a las personas que padecen esta anomalía congénita», comenta Luis Mayoral, gerente de la Asociación Síndrome de Down de Burgos.
En la ciudad hay alrededor de 170 personas con esta discapacidad en edad de trabajar -desde los 18 hasta los 45-. Sin embargo, según los datos facilitados por la Asociación solo ocho tienen un contrato en la actualidad. «La formación, una inadecuada política de mediación, la falta de confianza y de recursos económicos para mantener apoyos estables» son los principales motivos a los que según Luis Mayoral se enfrentan las personas con Síndrome de Down para encontrar trabajo.
Aún así, al menos tres de ellos ocupan en Burgos puestos en edificios públicos como la Diputación Provincial, el Ayuntamiento o la Universidad de Burgos. Lo que une a estos tres jóvenes no es exclusivamente que tienen una anomalía genética, sino lo competentes y trabajadores que demuestran ser en su puesto de trabajo.
Andrés García Bravo
28 años (Universidad de Burgos)
«Hoy le he echado la bronca al cartero»
Lleva dos años como personal auxiliar en el Edificio de Administración y Servicios de la Universidad de Burgos gracias a una beca de colaboración de la Fundación ADECCO y Glaxo Wellcome S.A. que financia su sueldo y el asesoramiento que necesita.
No es su primera experiencia laboral, ya estuvo un par de años en el Ayuntamiento. Quizá fue entonces cuando se convirtió en un profesional que ahora no duda en cortar la entrevista alegando « tengo que trabajar».
Andrés se encarga del correo interno y externo. Recoge los sobres de la correspondencia y los reparte a sus dueños, también pesa y franquea las cartas externas para que cuando llegue el cartero esté todo preparado. «Hoy Vicente (el cartero) ha llegado tarde y le he echado la bronca», comenta sin bromear.
Se lleva muy bien con los compañeros, aunque a menudo le regañan por cerrar con demasiado ímpetu las puertas.
Tras finalizar su primer año como auxiliar en la Universidad realizaron una encuesta entre 74 de sus compañeros para saber cómo valoraban el paso de Andrés por allí. No solo mostraron que estaban contentos con su trabajo, sino que muchos alegaron que su presencia ayudó a humanizar el entorno laboral y a crear un ambiente laboral más distendido.
Álvaro Martín Saiz
31 años (Diputación)
«Quiero trabajar aquí muchos años más»
Nació en de Arcos de la Llana y desde hace cinco años ficha cada mañana en la Diputación Provincial gracias a un contrato de colaboración entre la Diputación y la Asociación Síndrome de Down de Burgos. Allí se encarga de recoger y repartir el correo interno y de llevar la correspondencia a otros edificios como el Consulado del Mar o el Ayuntamiento.
Confiesa que la tarea que más le gusta dentro de su trabajo es hacer «acuse de recibo porque es más personal».
Su buena memoria, su compromiso con el trabajo y su aspecto trajeado le han ayudado a conseguir un buen trato por parte de sus compañeros. «Quiero seguir trabajando aquí muchos años. Me tratan muy bien», sentencia Álvaro.
Cuando finaliza su jornada laboral, a las doce y media va a la Asociación. Allí, junto con el grupo de trabajadores hacen talleres de costura, cocina o aprenden a utilizar las nuevas tecnologías.
Alejandro Martínez Viadas
24 años (Ayuntamiento)
«Me gusta repartir el correo porque así hablo con la gente»
Su primera experiencia laboral comenzó en febrero en el Ayuntamiento y durará al menos un año. Su contrato nace de un convenio de colaboración entre la Alcaldía y la Asociación.
Es el encargado del correo y de hacer los recados fuera. Pero sin duda, lo que más le gusta es hacer los repartos