Carta de una madre acerca del proceso de inclusión de su hija con síndrome de Down.

COLEGIOS INCLUSIVOS : COLEGIO PÚBLICO PADRE MANJÓN ( BURGOS )

Cuando mi amiga me envió la publicación de Down España que sugería la posibilidad de enviar un escrito relacionado con el tema “ colegios inclusivos “, vi la oportunidad de hablar del nuestro, el colegio Padre Manjón en Burgos , al que consideramos INCLUSIVO en mayúsculas.

Es curioso que cuando nació nuestra hija Lola , hace ya casi 8 años , una de las preguntas que se me vinieron a la cabeza fue ¿ a qué colegio irán los niños con síndrome de Down ? , lo que reflejaba probablemente la falta de inclusión y el desconocimiento general en el que nos habíamos movido durante los años de estudiante en nuestra EGB.

Antes de que Lola se matriculase en su colegio lo hizo su hermano mayor y ya entonces me di cuenta de que la preocupación por elegir un buen centro había desaparecido de nuestras vidas . El colegio aprovechaba cualquier ocasión para defender la inclusión y la diversidad, como las funciones de Navidad, presentadas por niños que comenzaban su discurso diciendo “ el padre Manjón apuesta por la diversidad “ . Y yo sonreía y estaba feliz por haber apostado por ese colegio.

Recuerdo con especial cariño nuestros primeros años en el centro . Nunca se olvidaban de las personas con un cromosoma extra a la hora de organizar eventos relacionados con lecturas o exposiciones en el colegio. La asociación Síndrome de Down Burgos realiza cada año una actividad con distintos colegios de la ciudad y ese año nos había tocado a nosotros. Casualidades del destino, unos minutos antes de la salida prevista del colegio comenzó a llover de forma intensa . Otros colegios anularon la visita .El Padre Manjón consiguió que un autobús pudiese trasladar a los alumnos a la cita . Una cita con la discapacidad a la que no estaban dispuestos a faltar .

Dos años después de conocer el colegio por su hermano mayor, entró LOLA a recorrer el mundo de la escolarización. Sólo tenemos palabras de agradecimiento a todos los docentes que han pasado por su camino . LOLA nos ha mostrado un cariño inmenso hacia todos , que con su paciencia y su excelente trabajo han ayudado ( y continuan haciéndolo ) a nuestra hija , generando inquietudes en ella y haciendo que acuda feliz a su clase , y que pregunte cada día si “ mañana hay cole “ porque quiere seguir disfrutando de todo lo que allí dentro se le ofrece , con cariño, generosidad y respeto.

La asociación Síndrome de Down Burgos ha elaborado un proyecto llamado “ Patios inclusivos"y nuestro colegio va a colaborar con ellos mostrando un gran interés y espíritu de colaboración . Esperamos que sea un éxito y lleve a otros centros a participar en esta iniciativa . Considero que un colegio también lo forman los alumnos .

Y por ello no puedo dejar pasar la oportunidad de agradecer también a los compañeros de LOLA la actitud que muestran con ella . Tuvimos miedo a la hora de elegir que nuestra hija permaneciese un año más en infantil y se separase de sus compañeros que avanzaban hacia primaria , por si el cambio pudiese influir negativamente en ella . Nada más lejos de la realidad . Y en eso Lola también tiene parte de culpa . Es imposible no quererla allá donde va . Y la inclusión continúa en las actividades extraescolares organizadas por el AMPA del colegio , cuando los lunes y los miércoles llega una de las cosas que más le gustan a Lola de la semana : sus clases de Hip Hop .

La timidez quizá sea responsable de no mostrar en clase todo lo que esos minutos le aportan , pero en casa así lo refleja repitiendo las coreografías e informándonos de las canciones que allí bailan cuando estas suenan en la radio del coche .

Hace ya algunos años viví una situación idéntica a la reflejada por María Victoria Troncoso en su libro “ Mi hija tiene síndrome de Down “, cuando mi hijo mayor me preguntó qué probabilidad teníamos de tener un niño con síndrome de Down y al decirle 1 entre 790 exclamó “ ¡ qué suerte hemos tenido ! “. Así lo creemos. Y esperamos que crezcan los colegios que se sientan afortunados por haber sido elegidos por familias con hijos con síndrome de Down.

María García, mamá de Lola.

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